
El año 1999 finaliza con el síndrome del “efecto 2000” -efecto del cambio de siglo en los ordenadores- que amenazaba con dar al traste con todo el trabajos realizado en décadas anteriores. Por suerte, gracias a un gran trabajo previo de adaptación en muchas aplicaciones informáticas, nada ocurre y nos adentraremos de lleno en la vaticinada Sociedad de la Información.
